El Observatorio de Arecibo, sin lugar a duda, sigue siendo hoy desde otra perspectiva un icono de la ciencia que se hacía en él. Ayer 14 de agosto de 2023, cerró sus puertas para iniciar una nueva etapa. Si ayer terminaron las operaciones científicas de lo que fue el radar más grande y sensitivo del mundo, se abre una puerta hacia un nuevo enfoque. Y es que la NSF (National Science Foundation) dueños de las facilidades, quiere dirigir el futuro de las instalaciones hacia el área de la educación.
Muchas personas tienen la idea de que tras el colapso del plato de 305 metros (principal instrumento de las investigaciones), era el fin de esta instalación. Pero este mismo fue resiliente y salió adelante en medio de muchas dificultades, entre ellas la pandemia que nos afectó a todos. Y es que el Observatorio de Arecibo continuó trabajando ya que cuenta con una antena de 12 metros que hoy día puede seguir haciendo estudios aunque de una manera más limitada. El Centro de Ciencias y Visitantes Fundación Ángel Ramos también fue un espacio que impartía ciencia a turistas tanto locales como internacionales a través de atracciones y mesas interactivas. El LIDAR (Laser Imaging, Detection And Ranging) que permitía medir la distancia de un objeto utilizando un haz de luz.
Todavía está en el corazón de muchos puertorriqueños que amamos las ciencias la esperanza de que pueda reconstruirse un nuevo observatorio, más sensitivo que el anterior y que pueda seguir siendo inspiración como lo fue para muchos jóvenes. Jóvenes que lo visitaron y los motivó a estudiar diferentes ramas de las ciencias, sobre todo de la física, ingeniería y más concretamente en la astronomía.
La Asociación de Observación, Difusión Astronómica y Ciencias del Espacio (AODACE) tuvo el privilegio de ser de los últimos colaboradores, tanto en las noches de observación, charlas al público como a STAR Academy y las mesas educativas que se expusieron, entre otros. En esta nueva etapa, llega una nueva administración, con nuevo enfoque. Esperamos que continúen con el legado que fue para nosotros y para las generaciones futuras el Observatorio de Arecibo. Lo que si sabemos es que la educación nunca estará separada de lo científico, ya que se precisamente se hace ciencia para educar.
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